Entrevista al comisionado nacional de la disciplina, Alberto Puig
La temporada recién concluida fue difícil, por momentos triste para el boxeo cubano. Si bien el calendario nacional fue intenso, las lides internacionales resultaron pocas y no siempre de alto nivel. Los éxitos de antaño volvieron a extrañarse; y en junio, tras ceder el liderato panamericano a Ecuador, el “mundo pareció venirse abajo”.
La Asociación Internacional de Boxeo (AIBA) creó la semiprofesional Serie Mundial (SM) y con ella no solo canceló la tradicional Copa del Mundo de fines de año, sino que ha abierto muchas interrogantes sobre el futuro de la disciplina.
Algunos hombres curtidos, la mayoría noveles, profesores muy renombrados y estrategas optimistas son la imagen actual de nuestro pugilismo, empeñado en reencontrar la senda victoriosa, para seguir siendo el buque insignia del deporte cubano. Sobre todo ello dialogó con Trabajadores el comisionado nacional, Alberto Puig.
Se habla de una nueva estrategia del boxeo para enfrentar los eventos que restan del ciclo olímpico hasta Londres 2012. ¿En qué consiste?
“En realidad el INDER ha trabajado durante los últimos dos años en la consolidación de una estrategia para el cuatrienio, y el boxeo intentó no quedarse atrás, activando acciones que permitan finalizar con los resultados previstos. Un aspecto esencial ha sido recuperar las experiencias que la escuela cubana aplicó en el pasado y que tuvieron éxito.
“No es secreto que la disciplina y el patriotismo incidieron de forma directa en los triunfos de nuestros pugilistas. La selección y seguimiento de los talentos también era vital, como brindar la mayor prioridad posible a la preselección nacional. Sobre eso no se ha inventado nada nuevo.
“El rescate de la disciplina se ha tratado con energía y la mayor participación posible. En el 2010 se aplicaron varias sanciones que beneficiaron al boxeo, ya hoy se ven frutos en la consagración de los jóvenes. El fortalecimiento de la vinculación entre la familia y la Escuela Nacional Urbein Quesada también ha incidido mucho en ese sentido”.
¿Qué papel están desempeñando los legendarios profesores de la conocida “Finca”?
“Todos se mantienen con una alta calificación. En los últimos ocho meses solo una vez faltó un profesor al entrenamiento, por razones de índole personal muy justificadas. Con ese actuar tenemos el 90 por ciento del problema resuelto, porque ellos determinan en gran medida la disciplina y los rendimientos deportivo y académico”.
Lamentablemente todo ese esfuerzo coincidió con una campaña de resultados muy discretos. ¿Qué ocurrió?
“Obedecieron a los problemas existentes, cuya solución no es asunto de días o semanas. En la medida que se vayan eliminando rescataremos los triunfos internacionales. Hoy las condiciones y los intereses de los jóvenes son diferentes, su atención se desvía fácilmente, así que no es posible aplicar viejas recetas. El INDER se ha empeñado en resolver aspectos materiales que garanticen una vida más agradable en la escuela nacional, pero aún falta mucho y ello es básico para lograr permanencia en el centro, la cual permite iniciar cada día los entrenamientos desde las cinco de la mañana”.
La base parece estar debilitada igualmente.
“Todo depende de la familia del boxeo. Hoy contamos con mil 300 técnicos, el doble de todos los maestros que tenía Cuba en 1959. Ha habido ajustes en el calendario deportivo, pero esta disciplina no tuvo afectación. Poseemos más alumnos en la EIDE que en el pasado curso, y las cifras de participación de púgiles en los juegos escolares (JEN) y juveniles no han disminuido. Nuestros eventos siguen realizándose a nivel nacional, no regional, como otros; y las academias provinciales se mantienen, todo por voluntad del organismo. En los últimos JEN vimos boxeadores que en un lustro pueden estar en el primer nivel mundial, y eso anima mucho”.
Muy pronto tendrán que definirse los hombres para las lides clasificatorias rumbo a los Panamericanos de Guadalajara. En varias divisiones cuesta identificar esa figura fuerte. ¿Cuba podrá recuperar el liderazgo continental?
“Nos estamos preparando con varios atletas en cada peso, algunos concentrados en la escuela nacional (de rango A y B) y el resto (C) en las provincias con atención especial. Es una fórmula para buscar rivalidad y tener respuesta ante bajos rendimientos, cambios de categorías, etc. El colectivo técnico trabaja con profesionalidad, motivación, aplicando todo en materia de ciencia y técnica. Ofrecer un diagnóstico exacto ahora es difícil, pero la idea es superar los resultados actuales. El ring dirá la última palabra”. RECUAD. 1
También será una temporada de campeonato mundial y clasificación olímpica. ¿Cómo se prevé este último proceso?
“El certamen del orbe de Bakú, en septiembre, ofrecerá cupos a los diez mejores de cada división, salvo en 91 y +91, donde clasificarán los seis primeros. En mayo del 2012 se programarán, por continentes, eventos de gran importancia, pues permitirán que ante bajos rendimientos o lesiones las federaciones puedan declinar algún boleto ganado en el Mundial y volver a discutirlo con otro púgil”.
Con la I Serie Mundial en curso, la AIBA parece iniciar un giro hacia el profesionalismo. ¿Qué opinión le merece?
“En el último congreso del organismo, celebrado en Kazajastán en noviembre pasado, conocimos un poco más de la Serie Mundial, por eso afirmo que la decisión de no entrar fue correcta. Allí, incluso, delegaciones de varios países compartieron el criterio de Cuba. Pero la AIBA esta convencida de que el desarrollo perspectivo del boxeo va por la SM, un evento tan o más agresivo que los profesionales y con la opción de que sus púgiles pueden pelear en el programa olímpico.
“Sin embargo, en cuanto a resultados los inscritos en la SM pueden verse afectados. En primer lugar porque se preparan para cinco asaltos y después tendrán que adaptarse a tres en un período muy corto. Además está la situación del peso, pues si en la Serie hay un rango de kilogramos, en los otros eventos tienen que ajustarse en poco tiempo. Y el problema más serio está en reasumir las estrictas reglas del estilo olímpico, ya que en la SM se permite todo tipo de golpes y se practica un boxeo muy sucio. Finalmente añadir los riesgos a la salud, al boxear sin camiseta ni cabecera”.
¿El próximo paso de la AIBA podría ser intentar que se boxee de esa manera en los juegos olímpicos?
“Es una hipótesis, puede ser la aspiración. Cuando acabe la actual SM los resultados les dirán el camino a seguir. Nuestro criterio es que el boxeo estilo olímpico debe proteger al hombre y basar su espectáculo en el desarrollo técnico y las habilidades, no en la agresividad vista en la Serie.”
¿Qué trascendió del Congreso sobre el sistema de votación?
“Fue uno de los temas más discutidos y lo aprobado favorece a Cuba, pues se elimina el principio de la coincidencia que dio margen para que jueces enemigos perjudicaran a nuestros boxeadores marcando sus golpes después del segundo reglamentado. Ahora un software tomará las votaciones de los cinco árbitros en cada asalto, definirá las tres más coincidentes y con ellas sacará un promedio. Así sucederá tras cada round.
“Con esta fórmula debe ganar quien mejor boxee y se podrá detectar más fácilmente al juez deshonesto. Se aplicará en el año 2011 experimentalmente, en Cuba lo utilizaremos durante el próximo certamen por equipos. Internacionalmente se verá en los mundiales de cadetes y femenino. Será oficial desde el 1 de enero del 2012”.
La AIBA no desea nuevos escándalos por el mal arbitraje, pero gira al profesionalismo y asume otros riesgos…
“Es una mezcla, trascendió en las conversaciones que hemos sostenido con sus directivos. Están haciendo esfuerzos para que nada afecte el prestigio del boxeo, para que el movimiento olímpico le reconozca cada día más. Desea que las medallas se repartan lo más posible en las grandes competiciones y que no existan superequipos. Sin embargo, paralelamente promueven la SM y eso puede mellar las nobles aspiraciones de que el boxeo sea más limpio y ético en el futuro”.
Foto: César A. Rodríguez.