domingo, 17 de febrero de 2013

La jugada del COI con la lucha es...


La exclusión de la lucha del programa principal de los juegos olímpicos del 2020 ha generado una reacción vigorosa de la familia de este deporte a nivel mundial, y también de sus aficionados más fieles.

Sin embargo, más que tildar de aberrante o errónea la decisión tomada por el Buró Ejecutivo del Comité Olímpico Internacional (COI), lo más llamativo radica en las hipótesis planteadas sobre las causas del hecho y su definitivo desenlace en septiembre venidero.


Este miércoles, durante la primera jornada del Torneo Internacional de Luchas Cerro Pelado-Granma, en La Habana, varias figuras cubanas de este deporte opinaron sobre el asunto a Señal Cuba.

El presidente de la Federación Cubana de Luchas, Eduardo Pérez Téllez, dijo sentirse tranquilo porque confía en que la decisión será revertida en los próximos meses. Aseguró que detrás del reciente anuncio se mueven “muchos intereses”.

Orestes Molina, instructor del Comité de Arbitraje de la Federación Internacional de Luchas Asociadas (FILA), explicó que las causas están en el afán del COI por conseguir espectacularidad y atractivo. Particularizó en el caso de la lucha grecorromana, cuya pérdida de popularidad ha sido creciente en los últimos años.

Mijaín López, doble monarca olímpico de los 120 kg y cuatro veces rey universal, consideró que mientras la lucha no establezca un único sistema de competencia pasará por estas crisis.

La clave de la decisión adoptada por el COI va teniendo, entonces, muchos matices:

En las últimas horas se conocieron declaraciones interesantes. “Estoy contento con la reacción de la FILA, elaborar un plan para actuar. Ese es el camino adecuado. Tened en cuenta que no se ha tomado una decisión final. Si la FILA continúa así, se granjeará muchas simpatías”, declaró a Reuters Tomas Bach, vicepresidente del COI y potencial candidato presidencial para las elecciones previstas para septiembre en Argentina.

“Hay que encontrar el equilibrio adecuado entre tradición y progreso”, fue otra de las consideraciones llamativas dadas por Bach, una figura importante del máximo organismo deportivo mundial.

Entre las conjeturas más publicadas aparecen las siguientes: “le falta espectacularidad”, pero ese problema también atañe al remo, al canotaje, al pentatlón moderno, al tiro deportivo y con arco, y a otras disciplinas que siguen inamovibles en el programa.

También se dice que la lucha “no ha tenido apoyo político en el seno del COI”, lo cual pudiera estar sucediendo entre los 15 miembros del Buró Ejecutivo, pero no a nivel de Asamblea. Recuérdese que entre los miembros del COI hay un predominio de europeos, curiosamente el continente de mayor fuerza en esta deporte a lo largo de la historia.

Finalmente se habla del componente financiero (bajo), lo cual tiene cierta lógica en comparación con las disciplinas más solventes del programa, pero no cuando se mide con aquellas que intentan ingresar a los juegos en el 2020, a decir béisbol-sóftbol, kárate, roller sport, escalada, squash, wakeboard y wushu.

La apuesta del COI, a mi juicio, está muy bien pensada y le permitirá resolver tres problemas de un golpe:

Desde hace años (Sidney 2000), quieren dejar fuera del programa a la lucha grecorromana, por su falta de atractivo y porque las transformaciones realizadas por la FILA no han rendido el éxito esperado.

Ante esas amenazas, la FILA ha mantenido la posición de que “todo o nada”, es decir los tres estilos o ninguno, como mismo ocurrió en los recientes juegos de la Commonwealth, en los cuales no participaron gladiadores por primera vez en la historia.

En esta ocasión la FILA está obligada a regresar a los juegos y seguramente escuchará las recomendaciones del COI. No dudo que una de ellas sea mantener solamente a los estilos femenino y libre, lanzando al olvido la grecorromana o clásica, con todo y su rango de fundador de los juegos olímpicos antiguos y modernos.

Esa exigencia encaja perfectamente con la frase de Bach: “Hay que encontrar el equilibrio adecuado entre tradición y progreso”.

Lo otro tiene que ver con el béisbol-sóftbol, aunque no lo crea. Las transformaciones realizadas por estos deportes, al punto de unificar sus federaciones, han dado un impulso importante a su candidatura conjunta.

De hecho, cuando usted miraba a sus anteriores rivales en la disputa rumbo al 2020, podía ofrecerle ciertas posibilidades de éxito.

Sin embargo, la batalla ahora se le ha puesto más difícil, pues la lucha es un deporte histórico, fundador de los juegos, con 180 federaciones nacionales y gran popularidad en Europa, Estados Unidos y Asia, regiones y países fuertes en el seno de la Asamblea del COI. Si además acepta eliminar el estilo grecorromano puede ganar la elección de septiembre en Buenos Aires.

Nada, creo que de un golpe el COI resolverá tres problemas: sacar a la lucha greco, borrar la posición de fuerza de la FILA y evitar que el béisbol-sóftbol reingrese.

¡Qué le parece!

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