domingo, 10 de octubre de 2010

Vendrá el día histórico para el voleibol cubano

Acabó un duro certamen y sería injusto recordar únicamente la última actuación de nuestros muchachos. Guardemos mejor la imagen de un equipo batallador, virtuoso y seguro 

La tarde dominical prometía un montón, quizás el día histórico que los amantes del voleibol en Cuba tanto han esperado. Una generación de jóvenes jugadores, escaladores veloces hacia la elite mundial, querían “conquistar” definitivamente Roma, tras haberse llenado de aplausos en Verona, Milán, Florencia y allí mismo, en la ciudad del gran coliseo.
Las selecciones de España, Bulgaria y Serbia, sus principales víctimas a lo largo de la justa, miraban desde las tribunas —junto a otras eliminadas— a los sobrevivientes del retorcido y polémico calendario elaborado al antojo italiano, y al cual Cuba no debió favor alguno.
Con acumulado de siete éxitos y un fracaso calentaron nuestros hombres sobre el trazado de la atestada sala Palalottomatica, que entre cánticos y aplausos hacía saber su predilección por Cuba. Simón, Camejo, León, Leal, Fernando, Hierrezuelo y Keiber salieron por más gloria ante Rezende, Rodrigao, Dante, Visotto, Lucas, Murilo y el líbero Mario. No pocos sugirieron como favoritos a los antillanos, aunque sin dar demasiados argumentos. Quizás pasión. Mas la verdad se supo en una hora y veinte minutos: Brasil retuvo la corona en un partido impensado, ante una selección cubana inexplicable, distinta, aunque siempre entregada, comprometida, inconforme.
¿Qué sucedió? Quizás nervios, desconcierto, presión, ansiedad, inexperiencia, mal recibo, deficiente complejo uno del juego, poco bloqueo y muchos errores. O quizás fue solo el flamante rival que tan pocas veces ha sido vencido en estos trances, incluso por suculentas y bien fogueadas sextetas como las de Rusia, Serbia, Italia, EUA, Polonia, Alemania y otras muchas de las ahora relegadas.
A lo mejor el maestro Samuels debió reincorporar al pasador titular Hierrezuelo, tras un rato en el banquillo, y también afrontar el tercer set con los jugadores titulares que habían instalado al equipo en la cúspide del evento. A lo mejor habríamos renacido en el crucial duelo, o posiblemente no, porque Brasil parecía infranqueable por nuestro elenco en esta ocasión. Y créanme, no asumo una pose conformista, sino más bien dejo margen a las interioridades que pudieron marcar la decisión de un cuerpo técnico serio, conocedor, calificado.
Acabó un duro certamen y sería injusto recordar únicamente la última actuación de nuestros muchachos. Yo guardaré mejor la imagen del equipo batallador, virtuoso y seguro que casi siempre vimos. Aquella de Raidel tras el vital bloqueo, de Fernando autor de 28 tantos, de Camejo llorando de emoción tras el punto definitivo, y de Leal pidiendo balones a la hora cero. De Simón y León quedará inevitablemente la brillantez de los ídolos, porque sin ellos habría sido imposible tanta alegría. Y de Samuels, Nicolás Vives e Idalberto Valdés habrá de conservarse la inteligencia para hacer crecer a estos jovenzuelos.
Prefiero, en definitiva, que nos bañemos en la plata “dorada” que nos han regalado ahora, pensando que el día histórico no tocaba aún porque llegará, eso sí, muy pronto. ¿Será en Londres?

Partido por bronce: Serbia a Italia (3-1: 25-21, 25-20, 26-28, 25-19)

Posiciones: 1. BRA 2. CUB 3. SRB 4. ITA 5. RUS 6. USA 7. BUL 8. ALE 9. ARG 10. CZE 11. FRA 12. ESP 13. CAM, EGI, JAP, MEX, POL, PUR. 19. AUS, CAN, CHN, IRN, TUN, VEN.

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