Cuba-Italia y Serbia-Argentina: de ahí saldrán los restantes dos clasificados para la disputa de medallas
La selección masculina cubana de voleibol fue otra vez víctima de su inestabilidad y cierta inmadurez, razones por las cuales cayó este jueves ante su similar de Rusia en la segunda fecha de la final de la XXI Liga Mundial, que tiene por sede a la ciudad argentina de Córdoba.
Los cubanos dirigidos por Orlando Samuels cayeron en cinco sets (25-23, 14-25, 20-25, 25-22 y 13-15) frente a un elenco ruso que mostró gran poder en ataque, servicio y bloqueo, mientras su recibo funcionaba a buen nivel y ello acababa de inclinar la balanza a su favor.
El DT antillano alineó con los centrales Robertlandy Simón y Osmany Camejo, los auxiliares Joandy Leal y Wilfredo León, el armador Raidel Hierrezuelo, el opuesto Rolando Cepeda y el líbero Keibel Gutiérrez, quienes jugaron un formidable primer parcial, pero luego cayeron en los dos siguientes víctimas de la desconcentración, la pérdida del ritmo y un recibo pésimo que impidió armar adecuadamente el complejo uno del juego.
En el tercer set, la dirección entendió que Fernando Hernández debía ingresar por el pálido Cepeda, y ello dio buenos resultados, pues el también zurdo cargó con el liderazgo ofensivo junto al capitán Simón.
La nueva y positiva metamorfosis de la tricolor ocurrió en el cuarto set, en el cual se recuperaron los rendimientos en casi todos los renglones de juego, sobre todo mejoraron el bloqueo y el recibo, mientras el servicio casi no se falló. También muy importante fue la disminución de la cifra de errores no forzados a solo tres en ese segmento.
Ya en el quinto set los nuestros batallaron intensamente ante un elenco ruso que por momentos pareció desconcertado, y que pudo ser sometido si se hubieran evitado errores inaceptables, "infantiles" diría yo, como el mal saque de Leal y la horrible descoordinación de Hierrezuelo con León en la penetración por zona tres, ambas jugadas en pos del tanto 13. Ahí se desequilibró el set y se definió la suerte del choque.
Sin embargo, hay que reconocer que el elenco de Daniele Bagnoli fue superior en todos los órdenes de juego, según lo indican las estadísticas del pleito: ataque (51.82 por 51.22 %), bloqueo (2.8 por 1.4 por set, 14 por 7), servicio (10 aces por 3), defensa (4.6 por 3.6 acciones por set), pase (8 por 6.2 por set), recibo (43.75 por 32.98 por set) y errores (24 por 29).
Bagnoli presentó como titulares al opuesto Maxim Mikhaylov, el armador Sergey Grankin, el líbero Valery Komarov, los principales Dmitriy Muserskiy y Alexander Volkov, y los auxiliares Taras Khtey y Denis Biryukov. Su único cambio con respecto al elenco que venció el miércoles a Italia fue el de este último por Yuri Berezhko.
Sus hombres más destacados fueron Mikhaylov (21), Biryukov (18) y Khtey (17), en tanto por Cuba sobresalieron Simón (17) y Fernando (15).
Con esta victoria, Rusia aseguró su pase a las semifinales, pues el miércoles había derrotado a Italia en cinco parciales. Por el otro grupo, Brasil también se anotó para la disputa de medallas, al batir 3-2 a Serbia. Un día antes había sometido por idéntica pizarra a los argentinos.
Tras esos desenlaces, todos curiosamente ocurridos en tie break, los duelos del viernes a base de Cuba-Italia y Serbia-Argentina definirán los otros dos inquilinos de las semifinales.
Foto: Simón jugóp un gran duelo.
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