Los anfitriones llegaron a esta bella urbe el pasado sábado y un día después vencieron por segunda vez a los alemanes, su primer rival en esta versión liguera. Los caribeños, en cambio, arribaron la tarde de este martes provenientes de La Habana, en una travesía de casi 24 horas que incluyó escala en el aeropuerto internacional Charles de Gaulle, de París.
El encuentro de ambas escuadras en el céntrico hotel Turín Corso Francia resultó poco efusivo, en realidad frío, debido quizás a la renovación experimentada por ambos planteles, de lo cual se deduce la falta de confianza y amistades.
Sin embargo, en el ambiente se respiraba cierta tensión y una rivalidad que sigue intacta entre estos planteles, empedernidos rivales sobre todo en la década de los años 90, cuando los azurris hicieron historia en el principal evento anual de la FIVB.
El DT Mauro Berruto intercambió saludos con su homólogo cubano Orlando Samuels y con el segundo al mando de la isla, el ex jugador Pavel Pimienta. Las palabras fueron escasas, pero el respeto reinante.
La coincidencia en la instalación hotelera permitió a las direcciones técnicas saber cuales jugadores actuarán en el match, previsto para la Sala Ruffini, con capacidad para 5 mil aficionados.
La lista de los locales incluye a los pasadores Dragan Travica y Michele Baranowicz, los centrales Emanuele Birarelli, Thomas Beretta y Matteo Piano, los líberos Andrea Giovi y Salvatore Rossini, y los atacadores de esquina Cristian Savani, Ivan Zaytsev, Simone Parodi, Michele Fedrizzi y Luca Vettori.
Cuba, por su parte, apenas realizó un cambio respecto al conjunto que se midió a Serbia en La Habana: el auxiliar Javier Jiménez fue reemplazado por el cruzado Dariel Albo, en busca de reforzar el ataque y tener un relevo para Yordan Bisset en caso de necesitarse.
La nómina la completan Lian Sem Estrada y Leandro Macías (pasadores), Isbel Mesa, Danger Quintana y David Fiel (centrales), Lázaro Fundora, Rolando Cepeda y Abraham Alfonso (auxiliares), y Keibel Gutiérrez y Gustavo Leyva (líberos).
Según informó Samuels a su llegada a esta urbe, en las jornadas de miércoles y jueves el equipo nacional realizara doble sesión de entrenamiento. El viernes cumplirá un tiempo de alistamiento en la mañana, para jugar en la noche. La práctica sabatina está en dependencia de la duración del traslado hacia Florencia, distante de aquí a cerca de 400 kilómetros. Y el domingo, fecha del segundo y último partido, también habrá entrenamiento en horario matutino.
Finalizada la serie frente a los italianos, el equipo Cuba viajará a Bremen para medirse a la selección de Alemania los días 22 y 23 de junio.
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