Pinar del Río.- La escuadra boxística de Guantánamo ascendió este domingo al trono en el Campeonato Nacional por Equipos, cuya versión 42 llevará como otro sello distintivo el ascenso a la estelaridad de Lenier E. Peró, quien a los 18 años de edad parece ostentar ya la condición de mejor crucero de la Isla.
En la campaña que acaba ganó como juvenil el Campeonato Panamericano de República Dominicana, el Mundial de Bakú y los I Juegos Olímpicos de Singapur. Y para elevar más su rango venció en par de ocasiones a los mejores 91 kg del país: el subcampeón mundial Osmay Acosta, y el ex titular del orbe entre jóvenes, Erislandy Savón.
Sin sobresaltos, este púgil agramontino admirador del boxeo de movimiento, asegura que a los pesos grandes les resulta más difícil dominar la técnica, pero confía en la voluntad para superar los obstáculos y llegar tan lejos como sea posible”.
A principios de este año no se te consideraba entre los líderes del equipo juvenil. ¿Por qué?
“En el 2009 debí viajar al Campeonato Mundial de Cadetes, en Armenia, pero cambiaron el rango de edad y me quedé fuera. Dos de mis compañeros viraron campeones y otros con preseas, por eso se contaba más con ellos que conmigo. Pero seguí entrenando e hice el equipo al Mundial de Bakú. Desde la llegada traté de estar muy concentrado, hice guantes con varios rivales y supe que tenía opciones de ganar.
“Era un crucero flaco, sin experiencia, pero con ganas de demostrarle a los profesores mi calidad. En la competencia gané cuatro peleas. Cuando bajé del ring el DT Humberto Orta me felicitó y dijo: ´viste que podías´”.
¿Significaba algo especial?
“En una etapa anterior estuve medio “regado” en la escuela y los profesores me regañaron fuertemente, para que asentara cabeza. Mis éxitos son de ellos porque trabajan juntos con cada alumno, no como en la Finca, donde cada entrenador tiene sus atletas y los atiende casi individualmente”.
¿Cómo asumiste después la justa de Singapur?
“Llegué como campeón mundial y sentí que nadie podía ganarme. Asimismo lo dije en una entrevista previa. En el sorteo los cubanos no obtuvimos ninguna ventaja, tuvimos que echar el máximo de tres peleas. Gané claramente”.
Estos triunfos coincidieron con las victorias sobre los mejores cruceros de Cuba…
“No he peleado con todos, pero sí con los mejores hombres de la división. El subcampeón mundial Osmay Acosta me ganó en el Playa Girón de enero pasado, pero me desquité en la V Olimpiada del Deporte Cubano (ODC) y en este campeonato. Con Erislandy Savón la rivalidad es mucho mayor, hemos peleado como seis veces. Cuando entré a la ESPA él mayoreaba a todos los pesos grandes y dije que no sería igual conmigo.
“Me derrotó en las primeras peleas, siempre cerradamente, a veces llegué a estar delante, pero me cansaba y él tomaba la ventaja. En el Girón del 2009 me golpeó en el suelo y lo descalificaron. Nuestra comunicación se afectó un poco. Luego le gané en la V ODC y aquí.
“Ambos son buenos boxeadores, pero ahora el difícil sobre el ring soy yo. Conozco sus dificultades y subo pensando cómo boxear, de acuerdo al tipo de pelea que me hagan”.
Los pesos completos suelen tener un boxeo estático, lento. En tu caso se aprecia más a un estilista. ¿Cómo te preparas?
“Cuando entré a la ESPA Nacional me preocupé mucho por pegar fuerte, para sacar ventaja de mi gran talla. Ahora estoy volviendo a mi estilo habitual, basado en la velocidad de piernas y brazos. Mi entrenador es Julián González Cedeño, el mismo de Mario Kindelán, así que estoy incorporando muchas de las variantes ofensivas que él utilizó en su carrera”.
Los principales rivales están en Europa, hombres de gran fortaleza… ¿qué necesitarías para batirlos?
“Un buen período de entrenamiento y la posibilidad de topar varias veces con ellos. He viajado a Europa, me imagino el nivel, pero ya enfrenté –por ejemplo- al bronce mundial de Milán 2009, Oleksandr Usyk (UKR), y por poco le gano.
Tu división exige tener pegada para dominar a nivel mundial. ¿Qué hacer en ese sentido?
“Mi entrenador sabe cómo mejorar eso. A veces he ido a hacer pesas sin permiso, y en el regaño me ha aclarado bien que deben ser dosificadas. Sin embargo, próximamente se elevarán las cargas porque estoy pasando de juvenil a mayor y la fuerza de piernas y brazos deben equilibrarse”.
¿Bebes de la sabiduría y el ejemplo de figuras del pasado?
“Cedeño nos dice que para ser grande hay que conocer a los grandes. Hace poco pude conversar con el doble campeón olímpico Ariel Hernández (75), zurdo como yo, y me sugirió trabajar en la precisión del golpeo, atacar de sorpresa, rápido, y salir de la corta distancia. He hablado con muchos otros boxeadores y analizado varios videos de Félix Savón”.
¿Medallas en el Mundial de Bakú y los Panamericanos de Guadalajara, el año que viene?
“Todo depende de que me “den la bola”: quiero ser el titular de mi peso en Cuba, y con una buena preparación llegar hasta los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y traer una medalla”.
En la campaña que acaba ganó como juvenil el Campeonato Panamericano de República Dominicana, el Mundial de Bakú y los I Juegos Olímpicos de Singapur. Y para elevar más su rango venció en par de ocasiones a los mejores 91 kg del país: el subcampeón mundial Osmay Acosta, y el ex titular del orbe entre jóvenes, Erislandy Savón.
Sin sobresaltos, este púgil agramontino admirador del boxeo de movimiento, asegura que a los pesos grandes les resulta más difícil dominar la técnica, pero confía en la voluntad para superar los obstáculos y llegar tan lejos como sea posible”.
A principios de este año no se te consideraba entre los líderes del equipo juvenil. ¿Por qué?
“En el 2009 debí viajar al Campeonato Mundial de Cadetes, en Armenia, pero cambiaron el rango de edad y me quedé fuera. Dos de mis compañeros viraron campeones y otros con preseas, por eso se contaba más con ellos que conmigo. Pero seguí entrenando e hice el equipo al Mundial de Bakú. Desde la llegada traté de estar muy concentrado, hice guantes con varios rivales y supe que tenía opciones de ganar.
“Era un crucero flaco, sin experiencia, pero con ganas de demostrarle a los profesores mi calidad. En la competencia gané cuatro peleas. Cuando bajé del ring el DT Humberto Orta me felicitó y dijo: ´viste que podías´”.
¿Significaba algo especial?
“En una etapa anterior estuve medio “regado” en la escuela y los profesores me regañaron fuertemente, para que asentara cabeza. Mis éxitos son de ellos porque trabajan juntos con cada alumno, no como en la Finca, donde cada entrenador tiene sus atletas y los atiende casi individualmente”.
¿Cómo asumiste después la justa de Singapur?
“Llegué como campeón mundial y sentí que nadie podía ganarme. Asimismo lo dije en una entrevista previa. En el sorteo los cubanos no obtuvimos ninguna ventaja, tuvimos que echar el máximo de tres peleas. Gané claramente”.
Estos triunfos coincidieron con las victorias sobre los mejores cruceros de Cuba…
“No he peleado con todos, pero sí con los mejores hombres de la división. El subcampeón mundial Osmay Acosta me ganó en el Playa Girón de enero pasado, pero me desquité en la V Olimpiada del Deporte Cubano (ODC) y en este campeonato. Con Erislandy Savón la rivalidad es mucho mayor, hemos peleado como seis veces. Cuando entré a la ESPA él mayoreaba a todos los pesos grandes y dije que no sería igual conmigo.
“Me derrotó en las primeras peleas, siempre cerradamente, a veces llegué a estar delante, pero me cansaba y él tomaba la ventaja. En el Girón del 2009 me golpeó en el suelo y lo descalificaron. Nuestra comunicación se afectó un poco. Luego le gané en la V ODC y aquí.
“Ambos son buenos boxeadores, pero ahora el difícil sobre el ring soy yo. Conozco sus dificultades y subo pensando cómo boxear, de acuerdo al tipo de pelea que me hagan”.
Los pesos completos suelen tener un boxeo estático, lento. En tu caso se aprecia más a un estilista. ¿Cómo te preparas?
“Cuando entré a la ESPA Nacional me preocupé mucho por pegar fuerte, para sacar ventaja de mi gran talla. Ahora estoy volviendo a mi estilo habitual, basado en la velocidad de piernas y brazos. Mi entrenador es Julián González Cedeño, el mismo de Mario Kindelán, así que estoy incorporando muchas de las variantes ofensivas que él utilizó en su carrera”.
Los principales rivales están en Europa, hombres de gran fortaleza… ¿qué necesitarías para batirlos?
“Un buen período de entrenamiento y la posibilidad de topar varias veces con ellos. He viajado a Europa, me imagino el nivel, pero ya enfrenté –por ejemplo- al bronce mundial de Milán 2009, Oleksandr Usyk (UKR), y por poco le gano.
Tu división exige tener pegada para dominar a nivel mundial. ¿Qué hacer en ese sentido?
“Mi entrenador sabe cómo mejorar eso. A veces he ido a hacer pesas sin permiso, y en el regaño me ha aclarado bien que deben ser dosificadas. Sin embargo, próximamente se elevarán las cargas porque estoy pasando de juvenil a mayor y la fuerza de piernas y brazos deben equilibrarse”.
¿Bebes de la sabiduría y el ejemplo de figuras del pasado?
“Cedeño nos dice que para ser grande hay que conocer a los grandes. Hace poco pude conversar con el doble campeón olímpico Ariel Hernández (75), zurdo como yo, y me sugirió trabajar en la precisión del golpeo, atacar de sorpresa, rápido, y salir de la corta distancia. He hablado con muchos otros boxeadores y analizado varios videos de Félix Savón”.
¿Medallas en el Mundial de Bakú y los Panamericanos de Guadalajara, el año que viene?
“Todo depende de que me “den la bola”: quiero ser el titular de mi peso en Cuba, y con una buena preparación llegar hasta los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y traer una medalla”.
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