Urge convencer a los políticos de muchos países sobre la importancia de este servicio para la niñez
La doctora inglesa Margaret Talbot, presidenta del Consejo Internacional de las Ciencias del Deporte y la Educación Física (ICSSPE), ha aprendido a lidiar con los políticos en el empeño de convencerlos sobre la necesidad y los grandes impactos de la educación física escolar.
Quizás por eso insiste en que los niños deben ser los principales embajadores del planeta en este asunto, y cita como ejemplo aquella anécdota en su Londres querido, hace varios años: “visitamos una escuela junto al ministro de educación de entonces para realizar varias preguntas a los niños. Una de las interrogantes sugería la posibilidad de suprimir la educación física, ante lo cual una pequeña se ruborizó y con tono alto mostró su desacuerdo. Fue la evidencia más reveladora para aquel funcionario, que comprendió de mejor modo el papel de este tipo de enseñanza”.
Y es que los retos todavía andan por convencer a los decisores políticos y gubernamentales de muchos países sobre los beneficios de la educación física escolar, pese a que han pasado 11 años desde la presentación de aquel estudio mundial que reveló las innumerables dificultades en este sentido, y que sirvió de plataforma para la organización de la Cumbre Internacional de Berlín y, más tarde, de eventos como la I Cumbre Iberoamericana de La Habana (2006).
Para la UNESCO sigue siendo preocupante que en muchas naciones no se imparta esa materia todavía o se brinden muy pocas horas semanales. También que la formación y superación de profesores sea ínfima, como la disponibilidad de instalaciones para las actividades en escuelas y comunidades. Más recientemente le preocupa la sistemática reducción del financiamiento.
Por eso, Margaret Talbot decidió traer a colación el tema durante las sesiones del Foro Mundial de Educación Física que sesiona hasta este sábado en el Palacio de Convenciones de La Habana, con la presencia de casi 400 delegados de unos 49 países. Y lo hizo mediante varias interrogantes, entre ellas la de ¿quiénes pueden izar las banderas para defender la EF?
“Todos los actores sociales deben unirse para probarles a los políticos los impactos de la EF. Los argumentos que demos deben ser fuertes y repetirlos incansablemente”, aseguró la destacada investigadora antes de referir que las alternativas son muchas, y pudieran pasar por la creación de agencias personales y colectivas para lograr impactos en este sentido, entendiendo agencias como los poderes y la capacidad de cada persona para fomentar esta actividad.
Además explicitó la necesidad de lograr unidad entre los países para defender los derechos humanos del niño, entre ellos el juego y la recreación, así como establecer relaciones fluidas con los organismos internacionales en busca de su influencia, que debe materializarse junto a las acciones locales más variadas.
“Los retos principales son graduar y superar a más profesores de educación física, enfocarse en la enseñanza escolar y organizar cursos para la impartición de las habilidades básicas. Hace falta una escuela nacional sobre EF en cada país para elaborar proyectos y demandas a los gobiernos. La EF debe ser obligatoria”, exclamó resuelta la ponente europea.
En otro momento ratificó la urgencia de que todos los profesores del planeta realicen actividades de superación sistemáticas y se unan en una comunidad virtual internacional para compartir el aprendizaje.
Finalmente, renovó el compromiso de la organización que dirige de fortalecer las relaciones con agencias, organismos y ONG de todo el planeta, ampliar los contactos con el COI y otras asociaciones regionales.
Foto: Margaret Talbot junto a la profesora cubana Gladys Becquer, quien este viernes disertó sobre el novedoso sistema de la educación física de Cuba. Autor: René Pérez Massola
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