domingo, 31 de enero de 2010

Un Girón para más desvelos


Santiago de Cuba.- Aunque los carteles finales regalaron cierta cuota de espectáculo y varias demostraciones individuales destacadas, el 49 Torneo Nacional de Boxeo Playa Girón transitó en general sin mucho brillo, confirmando algunos liderazgos y avivando conocidas preocupaciones de especialistas y aficionados.
Las ausencias de Emilio Correa (75 kg), Erislandy Savón (+91), Julio C. Iglesias (81) y un grupo de juveniles miembros del equipo nacional, más los ascensos de división de Andry Laffita (54), Yankiel León (57), Idel Torriente (64), Yasniel Toledo (60), Marco Forestal (54) y José Larduet (91), variaron de entrada la “geografía” del evento, delatando algunas de las estrategias trazadas para el presente ciclo olímpico.
Desde el gong inicial se apreció la marcada distancia existente entre las figuras élites y el resto, al punto de computarse 51 veredictos por diferencia de diez golpes, y 24 en los que el perdedor no marcó punto alguno. La justa —de 191 peleas— careció de definiciones por KO y RSCH (golpe a la cabeza), y solo se decretaron 15 por RSC, estadísticas que manifiestan la falta de combinaciones ofensivas y de pegada que acusan nuestros fajadores. También son muestra de las inexactas votaciones de los jueces, quienes por desacostumbrados a las máquinas electrónicas y otras razones, siguen oprimiendo mal los botones. De ahí que un riguroso examen definirá hasta qué nivel podrán actuar en lo adelante cada uno de los uniformados.
Siete de los sembrados —Yunior Echevarría, Yampier Hernández, Luis Pons, Lorenzo Sotomayor, Iván Oñate, León y Torriente— rindieron discretas actuaciones y fueron eliminados tempranos, para ratificar que aún se llega fuera de forma al evento principal de casa.
Ciudad de la Habana (34 puntos) perdió la dinastía impuesta desde el 2006, y ello era un tanto previsible tras su fiasco en la pasada lid nacional por equipos, donde acabaron por detrás de agramontinos, guantanameros y santiagueros. Otra vez sufrieron ausencias, pero más daño hicieron los pobres rendimientos de Yampier, Idel, Dayron L. Jiménez, Liván Navarro y Lester Díaz.
Los santiagueros (45) pusieron fin a una espera de nueve años y se hicieron de la corona por séptima vez desde 1978, mientras que Camagüey (40) coqueteó con su primer título de la historia. Las Tunas e Isla de la Juventud, ambos sin medallistas, más La Habana, Holguín, Ciego de Ávila, Cienfuegos, Granma y Matanzas siguieron a la zaga con muy poco progreso.
Sin embargo, el destacado accionar del equipo local no alcanzó para que la afición colmara la bastante preservada Sala Alejandro Urgellés, que permaneció casi vacía en fechas preliminares debido, en parte, al incómodo horario diurno adoptado.
Las coronas de Daniel Matellón (48), Toledo (60 kg), Roniel Iglesias (64), Carlos Banteur (69), Julio C. La Cruz (81) y Robert Alfonso (+91) se atuvieron a lo esperado, aunque los dos últimos deberán refrendar sus dominios una vez recuperados Julio C. Iglesias y Savón. El éxito de Arinoide Despaigne (75) sobre Rey Recio retumbó en esta ciudad, quizás como reclamo de más opciones competitivas para el bicampeón de casa, con todo y el retorno de Correa. La sonrisa de Osmay Acosta (91) probó el valor de la experiencia y sugiere otras meditaciones sobre la ubicación final de José Larduet (81 o 91).
Los triunfos de Yorman Rodríguez (51), Jorge Mustelier (54) y Liván Herrera (57) abren más preguntas de cara a las lides internacionales del año. Se trata de divisiones cuestionadas, al menos por ahora.
Sin embargo, el torneo deja como bálsamo la estabilidad y mejoría de algunos consagrados y el empuje de una generación de cadetes y juveniles bien dotada, prometedora, y llamada a complementar el futuro ascenso del boxeo cubano. Nuestros estrategas son optimistas, y ello alivia los desvelos de estos días.

Foto: Yorman llegó a tres títulos nacionales, pero no fue convocado a la preselección nacional. Autor: José R. Rodríguez Robleda

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