domingo, 10 de enero de 2010

Las brazadas se aceleran


La natación cubana se estremeció durante el 2009 con diez records nacionales. Para el 2010 pueden caer varios más. Son ligeros síntomas de recuperación

La aparición de Hansel García, la firma de diez récords nacionales, el regreso a los certámenes CCCAN y el estreno de un moderno sistema de cronometraje en el complejo de piscinas Baraguá, sobresalieron entre las gratas noticias de la natación cubana durante el 2009, para alimentar el sueño de verla floreciente en el futuro.
Sin duda, resultó una temporada positiva, de leves pero reales avances, en una disciplina que tocó fondo a inicios de esta década, y que hoy posee un equipo élite de mejor personalidad y calidad, lo cual es muy visible en la progresión de ciertas marcas personales.
Quizás la mayor decepción fue la inesperada despedida de Heysi Villareal, quien dio un nuevo rumbo a su vida justo cuando se erigía en figura clave —posible medallista incluso— de cara a los XXI Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez, en julio próximo.
Ella, precisamente, inscribió tres de las siete plusmarcas nacionales logradas en piscina olímpica (50 m) durante la campaña —hecho singular de los últimos diez años—, al superar sus propios cronos en 200 (2:03,23 a 2:02,17 minutos) y 400 (4:23.16 a 4:20,51) metros libres; y al borrarle el vetusto primado de los 100 a Débora Figueroa (57,97/ 1991), con tiempo de 56,12 segundos.
Hansel debutó como nadador—era polista— en marzo, durante la Copa Marcelo Salado, y solo un mes después aprovechó los III Juegos del ALBA para despedir la máxima de Marcos Hernández (50,24/ 1999) en 100 libres, convirtiéndose con 49,53 en el primer cubano por debajo de esa barrera.
La mariposista Yumisleysi Morales mejoró muchísimo en los 200 m, pues a inicios de año concretó 2:17,00 —rompiendo el 2:17,38 de Niuvys Rosales en 1992—, y luego llegó a 2:14,00 en el certamen mundial celebrado en Roma, Italia. Patricia Rodríguez, por su parte, eliminó del libro de memorias el récord de Imaday Núñez en los 50 espalda (31,30), al tocar la plancha en 30,62 segundos.
Otro tanto ocurrió en la alberca de curso corto (25 metros) durante la tradicional Copa Andrés Pérez, en diciembre pasado, pues en los 200 Yumisleysi detuvo los relojes en 2:14,24 minutos, para lanzar al olvido la cota dispuesta por Rosales (2:15,95/ 1992); Yesmey Rodríguez superó su propio límite en los 200 combinados (2:07,26 a 2:07,14); y Hansel estampó 48,60 segundos en los 100 libre, para borrar el primado de “Marquitos” (48,66/ 1997).
Sin embargo, la campaña “talló” otras huellas iguales o más llamativas, pues algunos cronos se erigen en verdaderas “amenazas” para algunos recordistas del país a mediano plazo.
En la piscina corta, el espaldista Pedro Medel se pegó a las marcas históricas en 50, 100 y 200 metros. En las primeras distancias hizo 24,63 y 52,87, por orden, muy cerca de los dígitos (24,24 y 52,44) con que Rodolfo Falcón se coronó en el campeonato mundial de curso corto de 1999. En la última logró 1:55,21, para hacerle sombra al récord impuesto por Neisser Bent (1:54,21) cuando ganó la lid planetaria de 1997.
Morales también se entusiasmó en los 100 mariposa y con 1:02,96 anuncia la ruptura del 1:01,40 de Rosales hace 12 años. Hansel tocó a los 22,22 segundos en los 50 libre, y está rozando la plusmarca implantada por Marcos Hernández (22,16/ 1999). La otra cota amenazada por “el pollo”, como le apodan, es la de René Sáez (1:49,59) en los 200, pues ya ronda el 1:50,90.
En los 400 combinados, Morales cronometró 5:04.21 y Yesmey 4:32,47, así que ambos podrían despedir a mediano plazo los récords de Yanelis Labrada (5:01,22/ 2005) y Gunter Rodríguez (4:29,15/ 1998), respectivamente. En esta modalidad, Alex Hernández firmó 59,08 en los 100, y hace peligrar el 58.50 de Neisser en 1996.
Los posibles “borrones” también merodean la alberca mayor, pues Patricia (50 m) y Yumisleysi (100 y 200) deben mejorar sus propias cotas, mientras que Medel (2:01,32 en 200 m) pudiera protagonizar la ruptura del récord más añejo de Rodolfo Falcón (1:59,90), impuesto en las Universiadas de Buffalo en 1993.
Sin crear falsas expectativas, es justo decir que las brazadas cubanas se aceleran poco a poco, y que las piscinas comienzan a “recortarse”.

Foto: Si Hansel soluciona sus deficiencias técnicas, puede rebajar más y pensar en medallas para Mayagüez. Autor: Ricardo López Hevia

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