lunes, 25 de enero de 2010

Gala: Ni "pensamos", ni "queremos"


A Juan Carlos Gala todavía se le pierde la mirada en la cancha del equipo juvenil cubano (m) que en el verano pasado, bajo su tutela, sorprendió con la medalla de bronce en el Campeonato Mundial de la India. Recuerda el acontecimiento con emoción, pero no se regodea demasiado en ello y devuelve la atención al trazado contiguo, donde ahora conduce a la selección nacional femenina.
Acepta dialogar y responde sin ambages, con notable seguridad…
¿Cuánto pesa la historia del voleibol femenino cubano a la hora de aceptar esta responsabilidad?
“Este es un equipo del pueblo cubano, por eso sé la responsabilidad asumida, no solo ante las jugadoras y la Federación, sino especialmente con los aficionados. La meta es volver a los planos estelares y no pararemos hasta lograrla. Los horarios de trabajo serán infinitos, siempre en beneficio del equipo”.
¿En qué condiciones recibió a la selección?
“De las principales figuras nos faltan en este momento Nancy Carrillo, Yanelis Santos y Rosir Calderón. La primera sufre una lesión en la espalda y no sabemos cuándo se incorporará. Yanelis enfrentará una intervención quirúrgica sencilla y volverá antes. Rosir está embarazada y su retorno demorará todavía varios meses.
“Las restantes jugadoras se mantienen, no han bajado el nivel, pero se están desenvolviendo en un contexto marcado por el ingreso de muchas compañeras de inferior calidad. Hemos perdido la efectividad del sistema piramidal (EIDE y ESPA) que garantizaba jóvenes muy preparadas para los equipos nacionales, por eso resulta tan complejo unir ambas generaciones.
“Las atletas “experimentadas” – no pasan de 24 años de edad- están apoyando en la cohesión del grupo, aunque la preselección no se elegirá hasta que acabe la próxima Liga Nacional. Eso significa que las posiciones no tienen nombre, jugará quien más rinda”.
¿Dónde aprecia las mayores deficiencias, en los aspectos técnicos o psicológicos?
“En ambos. Existen carencias en casi todos los elementos del juego (recibo, servicio y ataque) y un gran desbalance en el accionar del equipo. Además faltan aspiraciones grupales, y eso es vital”.
¿También carecen de liderazgo?
“En este momento sí, pero confío en que hallaremos una bujía. Se perfilan jugadoras con aptitud para asumir ese rol”.
¿Qué equipo –como concepto- usted quisiera formar?
“Un elenco respetuoso de sí mismo y consciente de que la peor indisciplina es no tener rendimiento. Una selección agresiva, de mentalidad ganadora, capaz de luchar punto a punto ante cualquier contrario, y de pensar en su pueblo cuando este debajo en la pizarra”.
La composición de la dirección es muy llamativa, confluyen varias generaciones. ¿Qué debe aportar cada uno?
“Regla Torres es una gran estrella, la mejor voleibolista del siglo XX. Nos ayuda en la disciplina, les imprime carácter a las chicas y enseña cómo resolver las distintas situaciones de juego. Eider George aporta mucho en la organización del trabajo y en la actitud para afrontar las dificultades. Marcos Tejeda también posee una gran preparación. Hay claridad, empatía y comunicación entre nosotros, pero lo básico es que cada uno tiene criterio propio. Eugenio George es el asesor del equipo y corrige de manera muy constructiva. Esperamos tener éxito, pero eso dependerá de las atletas, ellas son las actrices principales”.
Muy pronto llegarán los primeros compromisos internacionales…
“Hemos establecido posiciones claras: ganar la Copa Panamericana para regresar a los Grand Prix, de lo contrario nos vamos del nivel mundial; ser campeones del área NORCECA y de los Centrocaribes de Mayagüez; y además entrar entre los ocho primeros lugares del Campeonato Mundial de Japón. Son objetivos concretos, nada de “pensamos”, ni “creemos”. Y quien no los asuma esta fuera.
“Le he dicho a las muchachas que si hoy se nos hacen difíciles estas competencias es porque descendimos el nivel. Ellas tienen que hallar las soluciones, no puede culparse a nadie más”.
¿Recuperarán el mote de Espectaculares Morenas del Caribe?
“Es difícil decirlo ahora, pero siento que sí se puede, con o sin las experimentadas. Ya Cuba lo hizo anteriormente: Regla, Mireya y otras jugaron a nivel mundial con 15 años de edad. Luchar y trabajar son las palabras de orden”.

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