La carta de nacimiento de Bola de Nudillos expresa inequívocamente la vocación y empeño de enfilarse a la actividad deportiva amateur como fuente de bienestar físico y espiritual para los seres humanos haciendo suyo, de modo inequívoco, ese invariable derrotero enunciado en sus bases fundacionales y que tuvo como punto de partida la génesis programática en que subrayó su inclinación universal, pero de acento fuertemente latinoamericanista y, de modo especial, su imbricación con la naciente realidad del deporte del ALBA.
Esos principios son inalterables y marcan el objetivo supremo de este esfuerzo en el campo del periodismo deportivo.
No podemos, sin embargo, cerrar los ojos a la realidad del mundo actual y las cada vez más difusas barreras entre lo puramente amateur y la soterrada o abierta intrusión de los resortes mercantiles en la actividad del músculo.
De igual modo, haríamos como el avestruz si no tomamos en cuenta la calidad atlética y las gloriosas páginas deportivas suscritas en el seno del profesionalismo por figuras que han llegado prácticamente de la nada a convertirse en épicos referentes de alcance mundial.
Tampoco sería consecuentemente objetiva una visión esquiva ante los innegables hechos que muestran las competiciones de alto vuelo organizadas en el ámbito profesional gracias, claro está, a los presupuestos millonarios que disponen, en gran parte por la sobre-explotación de esa mercancía humana.
No escapa, sin embargo, a nuestro análisis la otra cara de esta ¨reluciente¨moneda.
El profesionalismo ha traído consigo la corrupción al seno del deporte, porque lo que importan son las ganancias a cualquier precio; ha convertido esta actividad sana por naturaleza y aliada del hombre para mejorar su calidad de vida en una furiosa y brutal lucha donde todo es posible en busca de los jugosos premios y ha propiciado la intervención de las mafias parasitarias que controlan el negocio y expolian a los atletas.
El doping, la falta de seguridad para los competidores, el dinero como brújula para guiar a los seres humanos a poner en juego su propia salud y su vida, ejemplo descarnado por excelencia de ello son el boxeo y otros deportes de combate, perlas negras que retratan la deshumanización que entraña el mercantilismo; la práctica cada vez más difundida del robo de talentos y la existencia de toda una camarilla de mercaderes viviendo como sanguijuelas de los sacrificios de los competidores hablan elocuentemente de la miseria moral que acompaña ese ¨deslumbrante universo¨
Flaco favor le haríamos a la cultura deportiva de nuestros lectores si pretendemos lanzar una cortina de humo que trate de ocultar ese panorama típico de nuestros tiempos.
Por tanto, Bola de Nudillos abre sus páginas a lo mejor del deporte profesional, porque no somos adeptos al maniqueísmo y podemos advertir lúcidamente la existencia de matices, de luces y sombras, en lugar de un cuadro monocorde y sombrío que en todo caso sería fruto de un radicalismo descalificante y divorciado de la realidad.
Es cosa sabida que cada vez más en la escena deportiva, incluso en el seno del movimiento olímpico, concurren a los unísonos exponentes de ambas vertientes de la actividad muscular.
Por citar un caso que nos resulta más cercano, la existencia del Clásico de Beisbol ya nos obliga a tener información sobre los jugadores profesionales que en un momento dado contenderán con los nuestros y esa actualización puede llegar aséptica y no contaminada con los datos sobre transacciones comerciales, dinero en juego, salarios millonarios, sponsors, etc. Todo ello, por supuesto, dejando a un lado las leyendas que a modo de señuelo se tejen en torno a los jugadores cubanos que pusieron precio a su lealtad y que por razones de índole política, estrictamente, reciben trato diferenciado y preferencial para que obren íconos de la ¨tierra prometida¨
Sobre esas bases proclamamos nuestro interés en colaboraciones que se atengan a estos líneas temáticas y regalen a nuestros lectores información sobre glorias deportivas sean de donde sean, el beisbol de Grandes Ligas, las eliminatorias futbolísticas rumbo al Mundial de Sudáfrica, las penosas consecuencias del boxeo profesional, el crudo espectáculo de las mujeres practicando esta actividad de combate y muchos otros temas que podrían incluso incluir el testimonio gráfico mediante galerías de fotos o videos.
El tratamiento politizado de estos temas, las alusiones tendenciosas, las loas a ese rumbo distorsionado del deporte, pero vigente de facto, no encontrarán asidero en nuestras páginas y serán objeto automático de exclusión.
Así las cosas, Bola de Nudillos, se abre a la generosa tarea de propiciar una cultura deportiva que nos haga mejor pertrechados y por lo tanto más lúcidos en la comprensión de los fenómenos deportivos que predominan en el mundo actual.
Lograrlo, es una tarea que reclama del esfuerzo de todos y de antemano damos el voto de confianza a todos aquellos que en cualquier latitud comparten estas nobles premisas
Los abraza cordialmente
José Raúl Castillo Argüelles
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