lunes, 8 de febrero de 2010
Yunier estrenó a Santiago
Palma Soriano es una tierra eminentemente deportiva, fértil si de estrellas se trata. Entre tantos nombres ilustres sobresalen los de peloteros como Antonio Pacheco, Orestes Kindelán y Jorge García. Pareciera que no queda mucho espacio para más gloria y protagonismo, pero Yunier Iglesias Rosales confirmó lo contrario el pasado año, al convertirse en el primer santiaguero elegido como mejor profesor de educación física del país.
A sus 27 años de edad, este licenciado en cultura física (2008) afirma que soñó con la profesión desde pequeño y que “nació” de un curso emergente municipal. Lee casi a diario, gusta de la música, le otorga un gran valor a la solidaridad y no duda que los éxitos salen también de la modestia y la sencillez.
Muchas personas desconocen cómo se otorga este premio. ¿Qué lograste en el 2009?
“Como profesor de la escuela primaria Celia Sánchez obtuve primeros lugares en el Festival Nacional de Clases de Educación Física, el programa A Jugar provincial, la lid de composiciones gimnásticas y el baloncesto de los juegos participativos, los dos últimos a nivel municipal. Fui árbitro de la competencia de exploración y campismo de Santiago de Cuba y gané el premio anual municipal de investigación, con el trabajo “Conjunto de juegos novedosos para elevar la motivación de los alumnos en la clase de Educación física”. Fue un año muy fructífero, en el que además comencé la maestría”.
¿Qué significa el galardón?
“Lo más grande de mi carrera profesional. Siempre me he sacrificado para obtener buenos resultados. Hizo falta mucha dedicación”.
Palma Soriano es una potencia en esta enseñanza…
“Sin duda, por la calidad de los festivales de clase, la masividad conseguida en cada actividad y la alta preparación de los especialistas. Sin embargo, cuando empecé me decepcionaba ver a profesores muy calificados que no confiaban en nosotros. Existía el criterio de que solo ellos podían defender la educación física palmera. Hay que apoyar a los jóvenes que desean trabajar y entregarse. Conozco muchos colegas de mi generación que son así”.
¿Cómo debe ser el profesor de educación física?
“Una persona sencilla, honesta y consagrada dentro y fuera de la escuela. Sentir amor por su trabajo y saberse un formador de valores. No debe olvidar que los niños protagonizan nuestro quehacer diario, y necesitan ternura y una alta motivación para realizar las actividades y asimilar los contenidos impartidos”.
También ha sido siempre el maestro más alegre de la escuela…
“Es verdad, por el carácter y el contenido del trabajo, que hoy ha variado un tanto porque debe ir al aula, ayudar a otros maestros, revisar libretas y visitar hogares. Así tiene más opciones de entrar en la vida escolar y motivar a los niños en todos los sentidos”.
¿Entonces hay que prepararse mejor?
“La superación debe ser constante. Se trata de analizar las dificultades de cada alumno en busca del método más eficaz para solucionarlas. No tenemos literatura especializada para el estudio sistemático y en ocasiones las orientaciones de la dirección nacional no llegan adecuadamente a los municipios. Hace falta investigar sobre cómo impartir mejor la educación física, y los festivales de clase deben transitar por todos los niveles. En ese espacio perfeccionamos nuestra labor y se hallan los patrones y ejemplos que faltan en los libros”.
¿Existen aquí los juegos interdestacamentos e interescuelas?
“Sí, pero en muy pocos deportes. Antes era diferente, porque existía el incentivo de que se llegaba a las competencias nacionales en muchas disciplinas. El pasado año, por ejemplo, solo hubo evento de país en atletismo y fútbol para todos. Sería beneficioso que crecieran o al menos se rotaran mejor las modalidades, eso incentivaría a muchos más niños y aumentarían los talentos de perspectiva inmediata para las escuelas especializadas (EIDE), otra de nuestras tareas básicas”.
Cuéntame de la maestría…
“Es un proyecto sobre reglas del juego y normas de convivencia social, para probar cómo el acatamiento de las primeras mejora las segundas. Lo realizaré en una comunidad con desviaciones en las relaciones interpersonales y malos hábitos de diversa índole, mediante juegos novedosos que contribuyan a que los niños se apropien de altos valores éticos y morales.”
Foto: José Raúl Rodríguez Robleda
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