El deporte cubano tiene esa extraña magia de formar en cualquier sitio al atleta, el capitán o el profesor capaces y dispuestos a encarar grandes empeños. Tal es el caso del guantanamero Rolando Acebal, quien durante treinta años guió junto a otros profesores la suerte del boxeo en esa provincia, y ahora asume con igual voluntad la condición de entrenador jefe del equipo nacional.
Su larga carrera profesional trasciende el desarrollo alcanzado por el pugilismo en ese oriental territorio, ya que mucho aportó a los triunfos de varios boxeadores, entre los que sobresalen los reyes olímpicos Félix Savón, Ángel Herrera y Rogelio Marcelo; así como los medallistas mundiales Candelario Duvergel, Jesús Sollet y Héctor Ramírez.
Su labor incluye, además, períodos de asistencia técnica en México, Honduras e Irán, todo lo cual le confiere autoridad para enrumbar al llamado buque insignia del deporte nacional. Dialogamos con un hombre que transmite tranquilidad, habla pausadamente y con palabras exactas.
¿Cómo interpreta esta designación?
“Significa la mayor satisfacción de mi vida como entrenador, porque esta tarea la cumplieron antes profesores muy prestigiosos como Alcides Sagarra, Sarbelio Fuentes y Pedro Roque. La enfrentaré con valentía y responsabilidad, pues todos conocemos la importancia que reviste el boxeo para la Revolución”.
¿Dejar Guantánamo le resulta difícil?
“Soy un hombre muy apegado al terruño. En realidad, a Guantánamo solo lo cambio por Cuba. Es un reto difícil, pero se trata de mi país”.
¿Le inquieta el futuro del boxeo en su provincia?
“Desde hace años el equipo guantanamero figura entre los tres mejores del país. El trabajo ha quedado en manos de técnicos jóvenes muy serios. Siempre nos hemos preocupado porque la ausencia de alguien no perjudique el mantenimiento de los resultados. Confío en la sostenibilidad de todo lo logrado”.
El nuevo rol implicará decisiones. ¿Cuáles son las prioridades?
“Daremos continuidad a la labor iniciada tras los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Por supuesto, adecuaremos la planificación con vistas primero al Playa Girón de enero, y luego para enfrentar los eventos del 2010. La matrícula en la escuela nacional se mantendrá, al igual que los entrenadores”.
Entonces el Girón se antoja crucial para iniciar su misión…
“Claro. Allí se delineará mejor la estrategia del equipo, pues se rectificará la preselección nacional. Las figuras establecidas tendrán que defender su puesto, y los jóvenes buscarán el suyo. Seremos rigurosos en ese sentido. Recientemente vimos a juveniles derrotando a mayores, así que tienen opciones. La idea es conformar una cantera de púgiles para trabajar durante dos y hasta tres ciclos olímpicos”.
¿Confía en la cantera de este deporte a nivel nacional?
“La pirámide del alto rendimiento se mantiene. Tenemos boxeadores en cada EIDE y ESPA, más las escuelas nacionales. También existen las academias provinciales. En medio de las dificultades económicas del país, el boxeo es un deporte priorizado y posee un sistema competitivo aceptable, que incluye los torneos Playa Girón, Córdova Cardín, el nacional por equipos, la Olimpiada del Deporte Cubano y los Juegos del ALBA. Haría falta rescatar las lides que por invitación celebraban cada año algunas provincias”.
Vivimos un momento de muchas críticas a nuestro boxeo…
“Es cierto, pero la salud del boxeo cubano está sobre el ring. Pese a todo, seguimos teniendo púgiles, solo hay que perfeccionar su preparación, para responder a las demandas de nuestro pueblo”.
¿Qué valores debieran tener todos los boxeadores cubanos?
“Cultivar un boxeo de movimiento, elegante, de estilo, como si fuera un baile. Y además tener esa valía inherente al buen cubano, debidamente mezclada con la inteligencia. Esa fusión es básica”.
Se ha declarado un fiel seguidor de Sagarra, Sarbelio y otros padres de la escuela cubana de boxeo. ¿Qué habría que rescatar?
“El patrón fue siempre el trabajo sistemático, continuo, y la disciplina. Ellos nos enseñaron las claves y una trayectoria histórica muy válida. A nosotros nos toca adaptarlas a la actualidad, a una AIBA cambiante y a un mundo boxístico con las fuerzas muy divididas”.
La temporada del 2010…
“Apenas comienzo y no me gusta hacer pronósticos. Primero trabajemos en casa y después veremos los eventos internacionales”.
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